SALUD VISUAL
“Lo importante es ver aquello que resulta invisible para los demás.” Robert Frank.
Anomalías del ojo
MIOPÍA
Este defecto refractivo se corrige mediante gafas con lentes divergentes que permiten que los objetos observados se encuentren una vez atravesada la lente sobre la retina.
Es un defecto hereditario y se suele detectar en niños entre 8 y 12 años de edad y prolongarse durante la etapa de crecimiento. Por lo general, en la etapa adulta se estabiliza pero es conveniente someterse a revisiones periódicas por el riesgo de que se desarrolle un desprendimiento de retina.
ASTIGMATISMO
Para corregir el astigmatismo, es necesario combinar una lente de superficie esférica con otra cilíndrica. De esta forma, se consigue imitar la forma esférica perfecta del cristalino.
Es hereditaria o debida a lesiones, enfermedades o cirugía ocular. Cuando va acompañada de hipermetropía genera fatiga visual, ojos rojos, picores o mareos.
HIPERMETROPÍA
En este caso el defecto se corrige con unas gafas con lentes convergentes que permitan situar al objeto observado en la retina.
Es muy común en la mayoría de niños pero a medida que van creciendo, esta anomalía disminuye debido a que el ojo se va haciendo más grande.
Es hereditaria y algunos de los signos que permiten detectarla en niños son vista cansada, mala visión de cerca, dolor de cabeza y entre cerrar frecuentemente los ojos.
VISTA CANSADA
Se manifiesta por una incapacidad para ver nítidos los objetos cercanos y necesidad de más luz para leer y cansancio en actividades prolongadas de cerca. Puede aparecer a la vez que miopía, hipermetropía y astigmatismo. Las lentes bifocales o progresivos son una buena alternativa para corregir este defecto que afecta a la mayoría de las personas adultas.
OJO VAGO
Ojo cuya estructura es normal pero que no está desarrollando al completo la capacidad visual. Puede deberse a un estrabismo o a una anisometropía (diferencia importante de dioptrías entre un ojo y otro).
Si se detecta antes de los 6 años de edad, su tratamiento es sencillo (oclusión del ojo sano) y en la mayoría de casos permite recuperar la visión.